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Crítica: “¡Shazam!” de David F. Sandberg

  • Foto del escritor: Luis Javier Sanchez Gomez
    Luis Javier Sanchez Gomez
  • 11 abr 2019
  • 4 Min. de lectura

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 11 de abril de 2019.


Aunque Marvel Studios, a manos de Disney, ha acaparado toda la atención del público con la esperada "Avengers: Endgame" (2019), su mayor competencia, DC le ha seguido el paso de cerca a pesar de su agitado historial de entregas. Iniciando con recepción mixta gracias a "El Hombre De Acero" (2013) y cayendo en el rechazo total debido a "Batman Vs. Supermán: El Origen De La Justicia" (2016) y "Escuadrón Suicida" (2016), el estudio manos de Warner necesitaba un gran cambio en su propuesta para poder seguirle el paso al titán dominante del género, factor que hoy en día se ha notado a gran escala con las astutas direcciones creativas que se han tomado.


Con el éxito crítico y comercial, tanto de "Mujer Maravilla" (2017) y "Aquaman" (2018) al igual que el esperado estreno de "Joker" (2019) y una nueva producción de "Escuadrón Suicida", DC hace notar un borrón y cuenta nueva para proporcionar trabajos cinematográficos con mayor cuidado, aptas para el disfrute de todo tipo de público, y no solo para satisfacer las exigencias de los fanáticos devotos de los comics como lo hacía previamente. Tales intenciones son transparentemente obvias en su nueva entrega "¡Shazam!", un astuto y divertido capítulo en la construcción de la saga de DC.


"¡Shazam!" sigue la historia de Billy Batson, interpretado por Asher Angel, un adolescente rebelde que solo tiene en mente el encontrar a su madre biológica mientras escapa de varias familias adoptivas. Al encontrar un nuevo hogar, y por azares del destino, Billy es elegido por un miembro de una dinastía caída de hechiceros para proteger a la humanidad de la destrucción provocada por los Siete Pecados Capitales, una entidad de demonios encargada de esparcir destrucción en la sociedad y liderados por Doctor Sivana, interpretado por Mark Strong. Billy en compañía de su hermano adoptivo Freddy inician una ardua travesía por controlar, sacar provecho a sus súper poderes y, a la vez, asumir las grandes responsabilidades que conlleva un superhéroe moderno al igual que sus negativas consecuencias.


En si, tal premisa no es alguna que revolucione al género, ya que sigue una línea narrativa que se ha contado miles de veces en la pantalla grande y por muchos títulos pertenecientes al mismo género. La historia sigue los mismos conceptos, escenarios y construcción de personajes, lo cual le hace perder fuerza al momento de querer otorgar algo nuevo y significativo para el género. Sin embargo, "¡Shazam!" es uno de esos sorprendentes casos en el que la obra no brilla por lo que es, si no por el cómo es.


Una de las características de la película es el estilo de la comedia con la que es presentada, lo cual se vuelve el nucleo de la narrativa. Claro está que muchos de los films de superhéroes manejan la comedia y la abrazan como característica esencial, por su parte, "¡Shazam!" ofrece un momento en el que el público se puede burlar por unas horas de, precisamente, los mismos conceptos y escenarios que se presentan en una historia de su tipo. Billy y Freddy, al ser fanáticos de los cómics, desglosan toda característica que un superhéroe debe tener y se divierten con ello, haciendo reír al público incontables veces con la manera en la que sobrellevan dicha característica.


Y aunque éste tipo de tratamiento ya se ha visto antes, aun así la película se percibe como una entrega fresca y de gran aportación para el género; "¡Shazam!" en lugar de burlarse de los superhéroes con brutalidad y cinismo, como se presencia en "Deadpool" (2016), lo hace con brillantes toques de inocencia infantil; a través de astuto diálogo escrito, perfecta actuación por parte del elenco y el equilibrio perfecto con su construcción dramática, el humor se mantiene dentro de comedia adolescente en cuales las hilarantes escenas son de tal empatía que incluso el adulto más maduro no podrá evitar reirse como si se tuviera doce años otra vez. De igual forma, sus temáticas sobre búsqueda de identidad durante la pubertad y el concepto de amor familiar son temáticas presentadas que logran conectar con gran facilidad y logran sin esfuerzo alguno la inversión emocional de la audiencia.


Es gracias a ello que la película logra aterrizar varios puntos que le hacen ser una obra de entretenimiento memorable; tiene éxito en divertir tanto al espectador casual como al público devoto y logra mantener a flote el renacimiento creativo de DC, al funcionar como una película por su propia cuenta y preparar el terreno a lo que la saga cinematográfica del estudio tiene preparado en un futuro.


Sea uno o no fanático del cine de superhéroes, no hay duda alguna que "¡Shazam!" es una imperdible comedia familiar digna de ser presenciada al menos una vez. Este divertido título hace que uno espere con ansias que es lo que depara el futuro para DC y como logrará llegar a los talones de su competencia. A este paso, se predice un futuro brillante y fresco para DC comics, solo hace falta esperar a ver si logran mantener esta excelente racha de frescas propuestas cinematográficas.



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