Crítica: "Belzebuth" de Emilio Portes
- Luis Javier Sanchez Gomez
- 30 ene 2019
- 3 Min. de lectura

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 25 de enero de 2019.
Después de la astuta sorpresa que fue "Pastorela" (2011), con ingenioso diálogo escrito y efectiva convergencia entre comedia y fantasía, el público y la crítica nacional recibió al director Emilio Portes con los brazos abiertos. Expectante, el aficionado de su ópera prima se vio obligado a esperar 6 años para el próximo trabajo de Portes, que culmina con el estreno de "Belzebuth", una producción méxico-estadounidense que demuestra la ambición del director mexicano, no solo por explorar otros terrenos fuera de lo que presentó en un principio, sino también por demostrar que limitantes de producción no son un obstáculo para proporcionar una obra cinematográfica competente y de calidad.
La historia gira alrededor de Emmanuel, interpretado por Joaquín Cosío, un policía, atormentado por el asesinato de su hijo y el suicidio de su esposa, que se dedica a investigar una ola de asesinatos masivos conectados entre sí por misteriosas circunstancias. Mientras se adentra en los detalles de los crueles casos, con ayuda de un departamento forense estadounidense, Emmanuel descubre que las muertes son más de lo que aparentan y depende de él descubrir si resultan ser meros crímenes pasionales o son parte de un ritual oscuro para alimentar la maldad que hay en el infierno.
Aunque mantiene las mismas temáticas de la lucha entre el bien y el mal, el choque entre el cielo y el infierno, Portes con "Belzebuth" experimenta sus posibilidades creativas con el cine de terror, camino difícil de tomar debido a que, en estos días, existe mucha demanda de creatividad gracias al inmenso mar de propuestas que el género ha presentado en la última década; tanto brillantes como "Está Detrás De Ti" (2015) al igual que completamente incompetentes como "Verdad O Reto" (2018). Teniendo ello en cuenta se puede decir que la película presenta escenas de terror que demuestran un inminente talento técnico por parte del equipo creativo.
Cabe mencionar que la película demuestra ciertos elementos que son percibidos, a simple vista, de manera desconcertante y que sacan al público de la realidad cinematográfica que la obra pretende ofrecer, siendo éstos los limitados valores de producción reflejados en la presentación casi amateur de su manejo de cámara y en el cuestionable trabajo puesto en los efectos especiales durante las escenas de terrorífica relevancia. Sin embargo, como ya se mencionaba, Portes logra un excelente despliegue técnico para compensar dichos factores, demostrando así conocimiento de sus limitantes y de las herramientas que tiene a la mano para exprimir hasta la última gota de jugo que pueda aprovechar y proporcionar una obra cinematográfica memorable
Gracias a la perfecta actuación por parte del elenco, el dramático juego de luces y sombras en el trabajo fotográfico, el envolvente y aterrador diseño sonoro, equilibrio y ritmo narrativo en cada escena alcanzados por la edición y la inminente imaginación, que va desde lo perturbador hasta lo profano, en la escritura del guión, el espectador llega a ignorar los defectos de producción previamente mencionados y se adentra en la trama sin problema alguno, llegando a ser aterrorizado por los distintos escenarios que Portes y el equipo creativo presenta en pantalla. Fuera de ello no existe mucho que agregar ya que el film no se anda con pretensiones de ser algo más de lo que ya es, un momento de efectiva amenidad para la diversión del público y que lo logra de manera natural y sin esfuerzo alguno.
Aunque cerca del final termine por ejecutar clichés vistos gran cantidad de veces en el género, "Belzebuth" termina por dar un excelente sabor de boca al espectador al ser una excelente pieza de entretenimiento cinematográfico que aprovecha todo lo que tiene a la mano para ser memorable. Se puede ver un futuro cercano en el que el film llegue a ser catalogada como una joya escondida, un clásico de culto celebrada y discutida por los fanáticos devotos del género de terror y que estarán expectantes del próximo trabajo de Emilio Portes. Un ejemplo a seguir para el cine comercial mexicano acerca de dar prioridad a la creatividad e imaginación en lugar de enfocarse en presupuestos y promoción.
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