Crítica: “Una Razón Para Vivir” de Andy Serkis
- Luis Javier Sanchez Gomez
- 17 ene 2018
- 3 Min. de lectura

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 10 de enero de 2018
Conocido mayormente por su trabajo en la trilogía de "El Señor De Los Anillos" (2001-2003) y la saga moderna de "El Planeta De Los Simios" (2011-2017), Andy Serkis ha demostrado ser un dominante de la actuación a través de efectos por computadora, proporcionando así memorables personajes que solo pueden ser presenciados en la pantalla. En ésta ocasión, a Serkis se le ha otorgado un lugar detrás de la cámara y presenta su ópera prima "Una Razón Para Vivir", una película que, más que nada, abre la curiosidad del cinéfilo por conocer la visión cinematográfica de éste pionero de los efectos especiales.
Basada en una historia real, la trama gira alrededor de Robin y Diana Cavendish, una pareja inglesa que, poco después de su matrimonio, deben enfrentarse a una fuerte complejidad médica. Debido a su trabajo como comerciante de té en África, Robin es afectado por la polio y queda paralizado de por vida; depende de Diana, acompañada por familiares y amigos, de superar dicha adversidad y proporcionarle una vida decente a su esposo.
En sí, la trama del film se divide en dos partes, el antes y el después de la enfermedad, en las cuales se nota una contrastante línea divisora formada por la aproximación estética y temática de la historia. Durante la primera parte, Serkis, con ligera superficialidad en el guión, presenta a nuestros personajes y al conflicto dentro de un melodrama que brilla visualmente desde los primeros minutos. El trabajo de iluminación y composición en la fotografía durante cada una de las escenas introductorias aporta una sólida carga dramática que ningún diálogo mencionado es capaz de describir. Gracias a ello, se logra transmitir la alegría y el romance de la pareja a la vez que se presencia la derrota y la baja moral tras la llegada de la enfermedad a sus vidas.
Sin embargo, después de que nuestros personajes encuentran una ligera solución a sus problemas, la película cambia de rumbo y estilo. El aspecto visual y el tono melodramático son puestos a lado y el enfoque del film recae en la presentación de su discurso. En lugar de concentrarse en las adversidades y las complejidades dramáticas que conlleva una vida de incapacidad, se presenta un conmovedor ambiente familiar llena de diversión y positividad, proporcionada por la dedicación de nuestros personajes en buscar la comodidad y la alegría dentro de su situación.
Es así cómo el film pone al factor de la dignidad humana dentro de la ecuación cinematográfica; al comparar los deseos de morir de Robin en la primera parte con la amena vida familiar de la segunda, se logra transmitir un mensaje de esperanza, el cual argumenta que, sin importar la situación de salud que uno conlleve, tiene el derecho a elegir cómo vivir; a la vez, se hace una invitación hacia un mundo lleno de posibilidad y disfrute para todos aquellos que comparten la misma situación que nuestros protagonistas. Sin duda alguna, una celebración de la vida misma en el que la dignidad es lo último que pierde el ser humano.
Aunque no logre destacar a comparación de otros films del año, "Una Razón Para Vivir" es un recomendable drama para el ameno rato de entretenimiento cinematográfico. Una conmovedora película que le da la bienvenida, con brazos bien abiertos, a Andy Serkis al mundo de la autoría cinematográfica.
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