Crítica: "Thor: Ragnarok" de Taika Waititi
- Luis Javier Sanchez Gomez
- 17 nov 2017
- 3 Min. de lectura

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 16 de noviembre de 2017
Hace algunos meses en ésta columna se había hablado de la película "Guardianes De La Galaxia Vol. 2" (2017), de como, teniendo una impecable calidad en los efectos especiales, carecía de un tono dramático sólido debido a que le daba una fuerte prioridad a la carga humorística. En esencia, eso se puede referir a la oferta cinematográfica que Marvel Studios proporciona constantemente a sus espectadores y, porque ya lo ha hecho por años y años, demuestra un ligero estancamiento del género en la misma fórmula.
Por ello, el superhéroe cinematográfico, últimamente, ha tenido que mostrar diferentes propuestas para mantenerse relevante; para hacerle sentir al fanático que no está viendo lo mismo con cada película estrenada pero sin perder la esencia del género. DC presenta su estilizada estética oscura y Sony su aproximación más violenta y vulgar para el público adulto. Mientras tanto, Marvel Studios presentó, hace algunas semanas, "Thor: Ragnarok", una continuación a su universo y un claro intento de asemejarse a la competencia.
Es claro que, cuando se trata de filmes de acción y ciencia ficción, los efectos especiales son la absoluta prioridad. El caso de "Thor: Ragnarok" no es la excepción, pues se nota un gran trabajo por parte de los realizadores en crear, por fines narrativos, un ambiente semejante al de una sociedad distópica y, a la vez, llena de energía gracias a la dirección de arte. Los vivos colores y la saturación de elementos visuales forman una combinación perfecta para una efectiva visita a éste planeta en el que la historia se lleva a cabo.
Sin embargo, existe un detalle en ésta aproximación visual que debilita la propuesta, el descuido en el trabajo fotográfico. Detrás de cámaras, es claro que la película, en casi toda su totalidad, es filmada en pantalla verde; por ello, se debe tener mucho cuidado en la iluminación para poder asimilar a los actores dentro de los escenarios digitales creados. En éste caso, la iluminación entre el elenco y los efectos especiales parece poco compatible; se hacen notar momentos en el que, la forma en la que los actores están fotografiados es completamente distinta a la iluminación de sus alrededores. Son detalles que, tal vez, se necesite de buen ojo para poder notar pero, una vez que son detectados, sacan a uno de la 'realidad cinematográfica' que se propone.
Al igual que los efectos especiales, uno de los factores que da forma al superhéroe en el cine es la carga cómica y, en ésta entrega, se puede decir, es su atributo más fuerte. Como se mencionaba antes, Marvel Studios en éste aspecto, se encontraba estancado ya que, con la constante y prioritaria presentación del mismo tono de comedia y humor físico, el espectador podía predecir cómo y cuándo serían proporcionadas las risas. En "Thor: Ragnarok", se nota un esfuerzo por parte del estudio en cambiar la forma en la que la comedia es presentada; en lugar de fiarse por el chiste ocasional, hay una elaboración más compleja de ello. A través de la perfecta actuación por parte del elenco, a manos del reconocido director cómico Taika Waititi, y un tono de comedia más elevado y arriesgado que el normal en el trabajo escrito, Marvel logra mostrar una propuesta fresca y entretenida para mantenerse relevante ante el constante cambio de aire que presenta la competencia; una película que sabe cuando, como y en qué cantidades hacer reír a su público sin cansarlo y, a la vez, evitando descuidar la carga dramática necesaria para mover la historia hacia adelante.
A fin de cuentas, como toda película de Marvel de los últimos dos años, el propósito narrativo de la película no conlleva una historia que busque funcionar por si misma; en lugar de ello, es una cuya meta es darle continuación al expansivo universo del superhéroe cinematográfico y preparar todo para la siguiente entrega. Si uno espera complejidades narrativas y estéticas en "Thor: Ragnarok" no encontrará mucho jugo que exprimir, es la astucia de la comedia lo que hace brillar al film. Quizás sea un aspecto redimible muy común, pero logra demostrar que Marvel ya no está dispuesto a irse por el camino fácil del humor básico. Una buena pieza de entretenimiento que debe ser disfrutada al menos una vez.
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