Crítica: "Mi Nueva Yo" de Hallie Mayers-Shier

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 13 de septiembre de 2017

De manera franca y directa, se puede deducir con gran facilidad que la experiencia cinematográfica que ofrece la comedia familiar “Mi Nueva Yo” es una de desconcertante planitud.

Esta ópera prima, a manos de la actriz Hallie Mayers-Shyer, relata las anécdotas de Alice, interpretada por Reese Witherspoon, una mujer que, en vísperas de su divorcio, trata de poner orden a su vida familiar. A base de malentendidos y coincidencias, Alice termina por dar asilo a tres jóvenes, aspirantes a cineastas, que su visión y energía positiva comienzan a transformar el ambiente de su hogar.

Es claro que, al tratarse de una comedia familiar y ligera, el uso del humor en el trabajo escrito es una herramienta esencial para mantener al público entretenido y, al equilibrar con pequeñas dosis de peso dramático, se logra hacer un film de cierta calidad cinematográfica. Lo que sucede en “Mi Nueva Yo” es que la ejecución de ambos elementos hace que la película se sienta incompleta más que efectiva.

La comedia se encuentra en un nivel muy básico y poco innovador mientras que el peso dramático está ausente de la fórmula. Claro que existen algunas escenas que contienen cierto nivel de drama para intrigar al espectador; sin embargo, tales momentos son desacreditados en segundos debido al aura de positivismo y ligereza que la película ofrece ya que, lo que es presentado como complicado y triste en un principio resulta ser demasiado sencillo de resolver a la vuelta de la esquina.

Es por ello, y por la presentación de una propuesta visual genérica, que el espectador se encuentra a la deriva durante la duración de ésta película. No hay entretenimiento presente por parte de la comedia, no hay una construcción empática debido a la ausencia del peso dramático y, en su totalidad, las temáticas tratadas, como la crisis de la edad, el tema del divorcio, la dinámica familiar y la búsqueda por la plenitud personal, son presentadas de manera artificial y forzada.

Salvo por la premisa mencionada, “Mi Nueva Yo” no tiene nada sólido que ofrecer a la mesa. Es una pieza cinematográfica olvidable y de tan poca visión que, hasta cierto punto, no existe razón alguna por la que la película pueda destacar en algún aspecto. Una experiencia que no vale la pena presenciar.