Crítica: "Shin-Godzilla" de Hideaki Anno & Shinji Higuchi

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 2 de febrero de 2017

Al leer o escuchar éste nombre, es inevitable pensar en uno de los íconos más importantes del cine de culto y ciencia ficción. Con su gran fama e interesante concepto, Godzilla marcó el inicio de una tendencia que nació en las salas de cine japonesas y dominó al resto del mundo durante los años sesenta y setenta, el género del ‘Monstruo Gigante’. Aun teniendo un gran número de películas donde juega el papel de antagonista, el fanático cinematográfico lo recordará principalmente por ser defensor de la humanidad en clásicos de culto como “King Kong Vs. Godzilla” (1962), “Ghidora, The Three-Headed Monster” (1964) y “Godzilla Vs. Mechagodzilla” (1974), por mencionar algunos. Después de su época de oro, la criatura pasó a ser parte importante de la cultura popular gracias a su presencia en los medios televisivos, múltiples videojuegos y adaptaciones cinematográficas alrededor del mundo.

Pero antes de ser una celebridad conocida por sus peleas en la pantalla grande, Godzilla contaba con una exploración sociológica ‘entre-líneas’ de sus primeros filmes. En “Godzilla” (1954), donde es su primera aparición, se notaba un profundo discurso acerca de la población japonesa en la época de la post-guerra, años después de la detonación de la bomba atómica. Con el pasar de los años, éste mensaje ha evolucionado dando diferentes perspectivas y análisis de la sociedad contemporánea en la que vivimos. En el caso de “Shin-Godzilla”, se mantiene ésta naturaleza conceptual al ser una profunda exploración de la política mundial y la burocracia japonesa actual.

Cabe destacar que, aun siendo un film de ‘Monstruo Gigante’, la propuesta narrativa se maneja como un thriller político, por lo cual, el factor más importante de “Shin-Godzilla” es la construcción de sus personajes principales. Cada uno de ellos, que representan distintas partes de la burocracia japonesa, se desarrollan de manera variada durante el conflicto principal, un proceso político y militar para eliminar a la criatura invasora sin lastimar a la población civil. Es por los personajes, acompañados por su calidad actoral y un diálogo bien pensado y escrito, que se proporciona un análisis completo del contraste político mundial y la complejidad moral humana durante conflictos bélicos internacionales.

A la vez, la detallada construcción de éste discurso se convierte en un arma de doble filo. Al tratarse de un thriller que se mueve a través del guión más que la acción, el ritmo del film se torna lento y monótono conforme se acerca el clímax de la historia, resultando así en una experiencia relativamente cansada para el público en general.

Al omitir éste último detalle, hay que mencionar que uno de los factores que mantiene el interés del espectador es la propuesta visual que “Shin-Godzilla” incluye en su trabajo fotográfico y de montaje. Aunque la trama se desarrolla mayormente en interiores, el dúo directoral de Anno y Higuchi se encargan de hacer que cada oficina, sala de conferencias e, incluso, pasillo de edificio gubernamental sea un deleite visual a pesar de su limitada dirección de arte. A la vez, los efectos especiales durante las escenas de acción juegan un papel muy importante en éste atractivo visual.

Sin embargo, se hace notar que el trabajo puesto en los efectos especiales se presenta de manera poco sólida. Como ya se mencionó, las escenas de acción más importantes contienen un excelente trabajo visual en la criatura protagonista. Resulta desequilibrante presenciar otras escenas de ésta naturaleza que no igualan la calidad de los efectos especiales ya presentados. Éste tipo de detalles, sin querer, sacan al espectador de la ‘realidad cinematográfica’ ya que distraen y hacen que se enfoque más en el error que en la propuesta.

Fuera ello, “Shin-Godzilla” resulta ser un film digno de presenciarse por todo aquel fanático del cine de culto. Aún teniendo los detalles ya mencionados, la convergencia entre su propuesta narrativa y visual concluyen como un film completo por el ángulo que se vea. Sirve como una pieza de entretenimiento y a la vez como una pieza de análisis cinematográfico estético y conceptual. Sin duda alguna, una firme inclusión a la extensa filmografía del monstruo gigante más famoso del cine.