Crítica: "Un Padre No Tan Padre" de Raúl Martínez
- Luis Javier Sanchez Gomez
- 7 ene 2017
- 2 Min. de lectura

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 02 de enero de 2017
En críticas anteriores, se ha destacado el tema de la evolución del contenido en la comedia mexicana. Aunque la calidad humorística no se atreva a dar un salto hacia otras propuestas, se hace notar un despertar, por parte de las productoras mexicanas, de comunicar algo más allá de las risas. “Treintona, Soltera Y Fantástica” (2016), por ejemplo, no quebró los estándares del género pero presentó un discurso sólido acerca de la relación entre los ideales de la mujer independiente y la percepción social que se tiene de ella, dejando una reflexión profunda que mueve al humor a un segundo plano. Por otra parte, “La Vida Inmoral De La Pareja Ideal” (2016) resulta lo contrario. Al no enfocarse en la construcción de un discurso, la película destaca en su construcción narrativa, estética y ejecución sorprendente de humor a través de su calidad actoral. El día de hoy, “Un Padre No Tan Padre” resulta una pieza cinematográfica recibida con cierta indiferencia ya que no ofrece algo relevante para el género, ni como propuesta cómica ni como pieza reflexiva.
Desde las primeras escenas, en cuanto el personaje interpretado por Héctor Bonilla suelta una rabieta llena de palabras altisonantes, el espectador ya sabe que esperar del resto del film. Aunque el conflicto, que gira alrededor de una persona mayor de mentalidad conservadora enfrentándose a los ideales liberales de la sociedad moderna, resulta una premisa graciosa, el problema radica en la ejecución, donde la vulgaridad y la grosería se vuelve el pináculo cómico en cada una de las escenas.
Cabe decir que la repetición constante de la misma herramienta cómica/narrativa resulta en una experiencia cansada ya que da la sensación al espectador de estar viendo el mismo chiste una (y otra) y otra vez hasta llegar al punto del tedio. Es por ello que se hace notar una propuesta dramática por parte de los realizadores, para equilibrar la propuesta cómica, a través de las sub-tramas. Éstas, manejan temas como las problemáticas de una pareja homosexual, la lucha de un joven con cáncer y su tratamiento con mariguana medicinal, una exploración de la soledad durante la vejez desde la perspectiva familiar, etc.
Aún con las intenciones de aportar algo más allá de las risas, las sub-tramas carecen de relevancia ya que recaen en ser dramas genéricos con sus respectivos clichés volviendo al film completamente predecible. A la vez, llega un punto en las que la película se ahoga en su saturación de temáticas haciendo que no quede claro cuál es el mensaje central. La película concluye sin dejar una reflexión sólida de por medio.
Con lo ya mencionado, “Un Padre No Tan Padre” representa un mal paso bajo las pautas que la comedia mexicana ha desarrollado en ésta década. Resulta ser una película con carente relevancia y una pieza de entretenimiento mal presentada. Habrá que ver cuál será la siguiente movida de la industria cinematográfica mexicana en cuanto a éste aspecto. ¿Presentará la misma película con la misma propuesta cómica o por fin se atreverá a quebrar los estándares del género?
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