Crítica: "¡Sing! Ven Y Canta" de Christopher Lourdelet & Garth Jennings
- Luis Javier Sanchez Gomez
- 29 dic 2016
- 3 Min. de lectura

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 26 de diciembre de 2016
El género de la animación cinematográfica ha tenido un claro catálogo variado en 2016. Cada uno de los estudios de animación más populares de la industria ha proporcionado algo de qué hablar para el espectador cinematográfico con respecto a la calidad del género. Disney, con “Zootopia” (2016) y “Moana” (2016), ha demostrado una superioridad narrativa y temática en comparación a su compatriota Pixar, que se ha limitado a sorprender visualmente con “Buscando A Dory” (2016). Laika por su parte se ha concentrado en trascender estéticamente al stop-motion, factor que se logra ver en “Kubo Y La Búsqueda Samurai” (2016), y Dreamworks destaca con su musical animado “Trolls” (2016), que fue un éxito de entretenimiento familiar al tener buena recepción del público y una ganancia taquillera considerable.
Por otro lado, Illumination Entertainment, después del triunfo mercadológico pero pobre aceptación de la crítica por “Los Minions” (2015), se ha limitado, en lo que va del año, a presentar “La Vida Secreta De Tus Mascotas” (2016), comedia infantil que no llegó a las expectativas del público o la crítica, dejando en incertidumbre si su próximo proyecto valdría la pena ver. En este caso, el escepticismo alrededor de “¡Sing! Ven Y Canta” se mantuvo hasta el día de su estreno.
A diferencia de lo que Illumination Entertainment ha presentado anteriormente, “¡Sing! Ven Y Canta” demuestra ser un film más allá de su propósito de entretenimiento familiar. Es claro que, en términos de propuesta visual, la película no ofrece algo innovador ya que muestra el clásico escenario cómico de animales viviendo el día a día en una sociedad humanizada con sus respectivos estereotipos. Sumándole a ello el uso de humor físico y números musicales, se puede decir que “¡Sing! ...” sigue una fórmula estética genérica de una película infantil promedio.
Sin embargo, lo que hace destacar al film es que su desarrollo temático lo convierte en un viaje completo con altas y bajas emocionales, demostrando ser una de las películas animadas más humanas del año, aun teniendo a un koala o un gorila como protagonistas. Con el escenario de un concurso de canto como eje central de la trama, la película va presentando diferentes contextos que rodean a los personajes; lo sorprendente es que cada uno de ellos maneja una situación que comúnmente se ve en la sociedad contemporánea. Desde la mujer que dejó atrás su sueño de vida por mantener a una familia hasta el sujeto que tiene un talento indiscutible en su carrera sin poder lograr el éxito, la amplia variedad de protagonistas logra una conexión efectiva con el público, ya sea infantil o adulto, proporcionándole un mensaje positivo y poderoso que se resume en un solo diálogo: ‘No dejes que el miedo te evite hacer lo que amas’. Cabe destacar que la construcción del mensaje es sumamente universal y efectiva que, fácilmente, los animales que se ven en pantalla podrían ser sustituidos por actores de carne y hueso y no habría diferencia en su calidad cinematográfica.
De ésta manera, Illumination Entertainment se incluye en la discusión de las mejores películas animadas del año con “¡Sing! Ven y Canta”, gracias a sus memorables personajes y mensaje universal que debería verse más seguido en las películas del mismo género. Con la temporada de premios a la vuelta de la esquina, la categoría de animación se verá muy reñida con la inclusión de éste film musical imperdible para todo tipo de público.
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