Crítica: "El Contador" de Gavin O' Connor
- Luis Javier Sanchez Gomez
- 8 nov 2016
- 2 Min. de lectura

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 7 de noviembre de 2016.
El caso de la película “El Contador” resulta desconcertante dentro de un nivel de narrativa cinematográfica. Desde que el film empieza a correr, se hace notar que la propuesta, por parte de los realizadores, se enfoca en la formula que comúnmente es encontrada en las películas de género acción/thriller. Así como en la famosa trilogía de “Jason Bourne” (2002-2007), “El Contador” promete una historia que se arma como rompecabezas en el que los elementos narrativos, acompañados por una estética fría, sombría y con imágenes muy bien compuestas, se presentan paulatina y estratégicamente con el fin de lograr un interés efectivo y sensación de tensa incertidumbre en el espectador. Esto, al incluirle el perfil de un personaje autista dedicado a llevar a cabo la contaduría de mafias, narcotraficantes y demás organizaciones peligrosas, sin duda tiene la atención del público inmediatamente.
Resulta decepcionante que los realizadores no logran equilibrar dos factores importantes que son los pilares de su potencial premisa: la construcción sólida de la trama y la presentación creíble del personaje principal.
Es claro que el protagonista Christian Wolff, decentemente interpretado por Ben Affleck, es el elemento más interesante ya que, durante todo el film, el perfil del personaje se construye de manera constante y sólida haciendo así a uno de los personajes más interesantes del presente año. Pero, al enfocarse en crear éste perfil para la audiencia, se descuidó tanto la trama que más de la mitad del film llega a sentirse como una introducción excesivamente larga con un final poco desarrollado y corto.
Esto se convierte en el principal problema narrativo que arruina la experiencia cinematográfica de “El Contador” ya que de ello se presentan otros errores, como agujeros dentro de la trama, desarrollo innecesario de personajes que no afectan en absoluto la historia e inclusión de peripecias que parecieran sacadas de la manga más que apropiadas para el flojo clímax que proporciona.
Para culminar con ésta serie de desaciertos, la película sorprendentemente carece de uno de los elementos básicos de la teoría narrativa: no hay un ‘arco’ en ninguno de los personajes. Cuando se cuenta una historia, el ‘arco’ narrativo es el elemento que brinda riqueza discursiva a la trama, el arco es el encargado de transmitir el mensaje o concepto de una película al transformar a un personaje de un perfil A hasta un perfil B, donde se llega a una resolución del conflicto a través de una lección aprendida en la trama. Ninguno de los personajes de “El Contador” desarrolla ésta característica, todos se mantienen lineales dentro de su perfil hasta culminar en nada, no hay una lección aprendida, no hay un mensaje transmitido, es una película acerca de nada con escenas de acción de por medio. Cuando una película falla en éste sentido se convierte en algo que no vale la pena ver.
Resulta desconcertante que, contando con un buen nivel de producción, un elenco talentoso y una premisa prometedora, “El Contador” caiga a un nivel bajo con respecto a calidad cinematográfica. Si a éste nivel de descuido se ha llegado en el género de acción/suspenso, ¿Qué seguirá después?
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