Crítica: "Doctor Strange" de Scott Derrickson

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 1 de noviembre de 2016.

Mientras que Marvel ha demostrado una exitosa inclusión de temáticas políticas con “Capitán América: El Soldado Del Invierno” (2014), DC ha mantenido el desarrollo de temáticas filosóficas y mejoría en su calidad estética, demostrado en la reciente “Batman Vs. Superman: El Origen De La Justicia” (2016). Por otra parte, Sony se ha acercado a otro tipo de público con “Deadpool” (2016) mezclando el género de superhéroe con humor negro y adulto. Estas tres películas, aunque pertenecen a diferentes estudios, tienen un aspecto en común: cada una de ellas son evidencia del esfuerzo realizado por la industria para renovar al género del superhéroe y mantener al público expectante con nuevas propuestas cinematográficas. Sin embargo, después del éxito taquillero que fue “Capitán América: Guerra Civil” (2016), nada había preparado terreno para el importante capítulo que sería “Doctor Strange” para el Universo Cinematográfico de Marvel.

Cabe aclarar que, al momento de hablar de “Doctor Strange”, no se habla de una película de superhéroes. El film demuestra cierta independencia en relación al universo al que pertenece ya que, además de mantener al mínimo el uso de comedia y referencias a otras películas de la misma saga, es manejada como una película de fantasía, tomando distancia del género de acción que Marvel ha presentado hasta ahora.

Es claro que “Doctor Strange” maneja una construcción y estructura narrativa reciclada, pero el equilibrio que logra entre la inclusión de temáticas complejas, como el concepto de la ruptura del espacio-tiempo, y el deleite visual que se presenta con los excelentes efectos especiales, hace que tal factor genérico no se sienta como un defecto y más bien como algo complementario. Sin embargo, aunque el film es una excelente pieza de entretenimiento y una experiencia cinematográfica completa, lo interesante a discutir no es la película en sí, si no lo que representa dentro del universo de Marvel y, quizás, del género en su totalidad.

Hasta ahora, tomando en cuenta las renovaciones que el género ha demostrado, el superhéroe cinematográfico se ha presentado con cierta sencillez. Puede que las premisas de Spiderman o Superman, por mencionar, no sean realistas en absoluto pero se mueven dentro de un nivel lógico formado por sus propias limitaciones, como el perfil de sus personajes, el universo al que pertenecen y el género cinematográfico en los que son manejados. Al darles un tratamiento inclinado hacía la acción/ciencia ficción, las películas de superhéroes que se han presentado, se han construido dentro de éstas limitaciones para ser lo más lógicas y lineales posibles y, por ende, funcionar narrativamente.

Éste factor cambia radicalmente al incluir a “Doctor Strange” en el Universo Cinematográfico de Marvel, un personaje cuya naturaleza indica que cualquier situación y escenario, dentro y fuera de una construcción lógica, puede pasar. En la película se ha demostrado una complejidad conceptual muy grande a diferencia de lo que se ha visto en cualquier film de superhéroe. Lo interesante a ver será como es que Marvel mezclará la construcción lineal y lógica de Los Vengadores con la irrealidad fantástica de “Doctor Strange” abriendo así demasiadas preguntas. ¿Será un buen o mal paso? ¿El superhéroe cinematográfico rebasará los límites de complejidad de su propio género? ¿Cómo contestará la competencia ante tal movimiento?

Puede que la película se trate únicamente de una introducción a un personaje poco conocido por el público en general. Pero, así como el tratamiento melodramático que se presenta al inicio del film es cambiado radicalmente por el inesperado elemento fantástico, “Doctor Strange” transforme por completo la tendencia así como “El Caballero De La Noche” (2008) lo hizo en sus inicios. Todo depende de cómo se mueva la industria en las próximas entregas.