Crítica: "El Porvenir" de Mia Hansen-Love

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 26 de septiembre de 2016.

Uno de los aspectos más importantes al ver cine es que el factor cultural y sociológico juega un papel indispensable. Es posible que no sea el atractivo principal de presenciar una película pero habla mucho acerca de las perspectivas sociales e ideológicas que tiene una parte de la población mundial. El día de hoy se remarca un contraste entre el cine americano y el cine contemporáneo francés.

Mientras que las producciones estadounidenses se enfocan en crear tendencias y éxitos comerciales por medio de abundantes valores de producción, efectos especiales y cuidadosos guiones de ficción, Francia, en lo que va de la década, se ha dedicado a la exploración de la realidad y el comportamiento humano desde la perspectiva del ciudadano común. “Un Ilustre Desconocido” (2014) película que desarrolla temáticas existenciales alrededor de la monotonía y soledad del trabajador promedio francés, e incluso “La Vida De Adéle” (2013), un clásico moderno que explora el descubrimiento y experimentación sexual juvenil, son claro ejemplo de lo expuesto. Ésta semana, Hansen-Love presenta un desarrollo filosófico, alrededor del concepto de libertad individual, con su reciente producción “El Porvenir”

En sí, el film no puede considerarse una pieza de entretenimiento ya que su trama, que trata de una mujer en una crisis emocional tras múltiples pérdidas y duelos, no contiene un tratamiento narrativo para ello. En lugar de ver lo que podría ser un melodrama, la directora se enfoca en moldearlo a lo que puede ser la exploración de una realidad inmediata. Con una propuesta estética ausente, la cámara juega como testigo de la vida del personaje principal de inicio a fin del film. Un tratamiento sencillo y natural apropiado para su discurso cinematográfico.

Como se mencionó anteriormente, el film desarrolla el concepto filosófico de la libertad individual. Al comienzo del film se hace la presentación de la vida cotidiana del personaje principal, una vida estructurada y estable. Es en la presentación del conflicto principal en el que a éste orden se le aplica un poco de caos. Resulta interesante, como un estudio de personaje, el ver a una profesora de filosofía, que delibera constantemente con sus alumnos acerca de la libertad social y emocional, sobrellevar duelos como la infidelidad de su marido, la muerte de su madre y la pérdida de su trabajo; factores que se convierten en un peso fuerte de la estabilidad afectiva del personaje. Lo que aporta fuerza al desarrollo filosófico del film es la manera en el que ésta mujer termina de asimilar lo sucedido. Poco a poco descubre que lo que consideraba que daba estabilidad en su vida, en realidad eran limitaciones de su ‘verdadero yo’. Paulatinamente va dejando atrás cada una de sus cargas hasta encontrar su libertad individual y cerrar un capítulo hostigante para iniciar una vida libre y plena.

“El Porvenir” no es una película contada como normalmente se ve en el cine americano. Más que en espera de una gran historia, éste film merece ser visto como un objeto de estudio filosófico y emocional. Para aquel que esté interesado en la exploración del comportamiento humano, esta producción francesa se vuelve una pieza indispensable más que recomendable.