top of page

Crítica: "Buscando A Dory" de Andrew Stanton & Angus Mclane

  • Foto del escritor: Luis Javier Sanchez Gomez
    Luis Javier Sanchez Gomez
  • 19 jul 2016
  • 2 Min. de lectura

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 18 de julio de 2016.

Es casi imposible no identificar los icónicos largometrajes que el equipo de Pixar ha creado a través de los años. Desde el estreno de “Toy Story” (1995), éste estudio de animación ha proporcionado historias que logran grabarse en la conciencia colectiva del público moderno, gracias a que se destaca el desarrollo cuidadoso de temáticas complejas, acerca de emociones y valores humanos, capaces de conmover y entretener tanto a niños como adultos.


Actualmente, Pixar ha tenido un mal camino a comparación de su desarrollo en los 90s y 2000. La mayoría de sus films estrenados en la presente década no han tenido muy buena recepción por parte de sus fanáticos. Aunque han demostrado una increíble mejoría en su calidad de animación, historias, como “Cars 2” (2011) o “Un Gran Dinosaurio” (2015) han pasado desapercibidas. Incluso “Valiente” (2012), que ganó el Óscar a Mejor Película Animada, no llegó a tener el estatus cultural que los anteriores films del estudio han logrado. Es por ello, que Pixar se ha enfocado en extender sus historias ya conocidas, ofreciendo así, un catálogo de secuelas para su público devoto.


“Buscando A Dory” es la cuarta película perteneciente al catálogo ya mencionado. En ella, los personajes queridos de “Buscando A Nemo” (2003) regresan para darle un desarrollo entero a la historia de Dory, personaje secundario favorito del público en la predecesora.


Al tratarse de la secuela de una de las películas más reconocidas de la década pasada, era inevitable que la mayoría del desarrollo narrativo del film se basara en el ‘factor nostalgia’. Muchos de los diálogos y elementos visuales presentados dan constante énfasis referencial a “Buscando A Nemo”. Esto resulta una desventaja que se presenta constantemente en películas de la misma naturaleza. Por ejemplo, “Mundo Jurásico” (2015), secuela de “Parque Jurásico” (1993), se enfocó en inundar al espectador en referencias del icónico film, en lugar de desarrollar una historia sólida, que dio como resultado excelente recepción por parte del fanático pero no de la crítica.


Sin embargo, aunque “Buscando A Dory” presenta ésta característica, logra un equilibrio entre el ‘factor nostalgia’ y en el desarrollo narrativo. Puede ser que las referencias no aporten algo nuevo a la filmografía de Pixar. Pero, quitando el antecedente de “Buscando a Nemo”, el film funciona de manera solida e independiente. La construcción de la historia es tal que por sí misma logra entretener a todo público de inicio a fin, dejando a la comedia y el entretenimiento infantil como algo complementario y no esencial. A la vez, se vuelve toda una experiencia gracias a su calidad visual. La cuidadosa animación, la atmosférica dirección de arte y la paleta de colores bien seleccionada crean un deleite visual armonioso que logra sorprender y capturar al público de manera instantánea, así como “Buscando A Nemo” lo logró hace doce años.


Puede que “Buscando A Dory” no llegue destacar como muchas de las películas anteriores de Pixar. Aun así es una excelente pieza de entretenimiento familiar y un satisfactorio film, tanto para la crítica como para el fanático devoto de Pixar.


Comments


Destacado
Categorías

© 2016  Luis J. Sánchez Gómez 

bottom of page