Crítica: "Rumbos Paralelos" de Rafael Montero

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 30 de mayo de 2016.

Además del intento fallido de igualar los productos del cine extranjero, un aspecto que da reputación negativa al cine mexicano es la falta de construcción y profundidad en sus temáticas. Se dice que la mayoría de las producciones nacionales sacrifican la calidad en el contenido por el drama, dando así productos que contienen historias interesantes pero de dudosa ejecución. Así sucedió recientemente con “Desierto” (2016), que pretendió dar un discurso sobre el inmigrante mexicano pero terminó enfatizando mas en el factor suspenso que el factor sociológico. Es raro encontrar en el cine mexicano un equilibrio entre el desarrollo dramático y la construcción discursiva. Existen casos excepcionales como “Heli” (2013) que su narrativa y temática, sobre la sociedad mexicana y el narcotráfico, se desenvuelven de manera simultánea aportando al espectador una historia interesante y una temática importante que genera debate en la sociedad contemporánea.

“Rumbos paralelos” es una película que no desarrolla de manera satisfactoria su contenido pero, al tomar en cuenta su construcción dramática, resulta ser un film digno de verse. Hay que dar crédito a que la película, acompañada por muy buenas actuaciones, abre el debate sobre una pregunta compleja con respecto a la maternidad. Al ver a los personajes, interpretados por Ludwika Paleta e Iliana Fox, lidiar con el descubrimiento de que sus hijos no son suyos, sino que han sido cambiados, el espectador no puede evitar hacerse la pregunta que se plantea desde el inicio: ¿la familia se define por crianza o por sangre?

A pesar de contar con un ritmo lento, la película no es cansada para el espectador ya que el desenvolver de los personajes principales resulta una experiencia interesante. Es sorpresivo notar la ausencia de los estereotipos explotados en el melodrama mexicano y, en cambio, ver que éstos son bien definidos para poder crear un contraste creíble entre ellos y añadir peso al conflicto principal, ese es el fuerte del film.

Sin embargo, aun teniendo este destacable desarrollo narrativo, la película es débil en la construcción de su temática. Es cierto que la pregunta planteada queda clara desde el principio y ese es una de las ventajas ya mencionadas. Aun así, el discurso subjetivo carece de un desarrollo apropiado. La complejidad de la temática tiene potencial para ser explotado de diferentes maneras, se puede abarcar, por ejemplo desde un punto de vista sociológico o psicológico. En cambio se percibe que el film está atrapado en la redundancia y plantea una pregunta que finalmente no responde con claridad.

Resulta, entonces, ser una película satisfactoria. A diferencia de muchos melodramas modernos, “Rumbos Paralelos” es, por su excelente construcción narrativa y por brindar una historia emocional para el entretenimiento del público un film recomendable. Puede que se haya vendido como una pieza de análisis y que el resultado llega a ser lo contrario, pero si se toma en cuenta como una pieza dramática en lugar de una reflexiva entonces no habrá problema para pasar un buen rato.