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Crítica: "Un Ilustre Desconocido" de Matthieu Delaporte

  • Foto del escritor: Luis Javier Sanchez Gomez
    Luis Javier Sanchez Gomez
  • 11 may 2016
  • 2 Min. de lectura

Primera vez publicado en Periódico El Mexicano el 10 de mayo de 2016.

Si de algo se ha caracterizado el cine francés es de contener, en la mayoría de los casos, historias interesantes acompañadas de escritura poética y desarrollo de temáticas complejas. Tanto en su pasado, con el movimiento de La Nueva Ola en los sesentas, hasta el día de hoy, con la presentación, por ejemplo, de “Adiós Al Lenguaje” (2014) por el icónico director Jean-Luc Godard, Francia se ha dedicado a romper diferentes paradigmas cinematográficas, ya sean técnicas o narrativas, y dar siempre algo de que hablar. El caso de “Un Ilustre Desconocido” no es la excepción a la regla.


Acompañada de excelentes actuaciones, la propuesta presentada en el film es un thriller que gira alrededor de la psicología del personaje principal, un hombre que, a falta de tener una identidad propia, decide imitar y vivir las distintas vidas de los individuos que va conociendo. En sí, existe tanto una ventaja como desventaja al tener este enfoque psicológico. Resulta una desventaja en el sentido de que, narrativamente, la historia no ofrece un amplio desarrollo y se mantiene limitada a lo circunstancial. No se construye un propósito por parte del personaje principal, no hay una iniciativa para llegar a una meta en específico, más bien se dedica a adaptarse a lo que se va presentando y ésta característica resulta cansada y monótona ya que no se logra una empatía debida con el personaje.


A la vez resulta una ventaja ya que se desarrolla un discreto discurso acerca de la identidad propia y la existencia humana con respecto a su entorno. A través de diálogos excelentemente escritos y una estética fría y gris acorde a la propuesta, se presenta al personaje en la posición social del ciudadano promedio. El trabajo, la casa y su rutina son los elementos que forman su vida diaria vacía. Es en esta monotonía que se analiza la delgada línea entre el vivir y el ser, como se menciona al inicio del film, “tengo 42 años de no existir”. Por otro lado, se tiene al personaje del músico, contraparte del protagonista, famoso, con una identidad y existencia propia que, debido a un accidente, su razón de ser le es arrebatada. Al contrastarse dos personajes en el que se define el discurso y abre la reflexión en el espectador de contestar varias preguntas. ¿Cuáles son las características que hacen al ser? ¿Qué tanto absorbe la rutina y afecta la identidad? ¿Qué tanto se vive y que tanto se existe? Entre muchas otras con respecto al pensamiento existencialista.


Puede que a simple vista, “Un Ilustre Desconocido” pueda resultar cansada en relación a su propósito de entretener, pero una vez que se disecciona lo que se presenta, termina por ser una experiencia jugosa para el público. Sin duda alguna, Francia se mantendrá como uno de los mayores productores de cine con propuesta analítica.


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